Hoy llevo todo el día “rascándola” que se dice a dos manos… pero bueno eso por otro lado tiene la ventaja de poder dedicarte a lo que durante la semana el trabajo te impide, es decir, vegetar plácidamente.Llevo exactamente desde el 21 de mayo sin abrir la válvula de las ideas, en una de las más prolongadas etapas de reposo mental de los últimos tiempos.
Me siento raro, no soy yo…. no me meto con las Telefónicas, con los bancos, con la publicidad engañosa,…. no se, a veces creo que estoy perdiendo facultades en mi actividad reivindicativa.
Tampoco hoy tengo ganas de pelea, siempre constructiva por supuesto y curiosamente, ha caído en mis manos un “Muy interesante”, que ya no es ni la muestra de lo que fue cuando comenzó. En una entrevista de J.A.Martos a un matemático Claudi Alsina, al cual yo siempre admiré como persona y científico que ha acercado a la gente el aprendizaje de las matemáticas, eliminando su tradicional rigidez y privilegiada comprensión.
Me hace especial gracia una pregunta que le hace Martos, en la cual se demuestra a las claras que Noé cuando el tema del diluvio, fue un cabronazo al dejar que se ahogara Matusalén…
Dice Alsina: “Matusalén vivió 969 años según el Antiguo Testamento, donde también se dice que engendró a su hijo Lamec a los 187 años y este a su vez tuvo a Noé a los 182, el cual tenía 600 años cuando vino el Diluvio y se metió en el Arca... Si sumamos 187+182+600 el resultado es ¡969! Así que todo indica que Matusalén murió el día del Diluvio, y eso nos lleva a una gran pregunta: ¿Lo dejó Noé fuera del Arca y se ahogó?”
Creo que las evidencias numéricas no presentan dudas; actualmente Noé sería procesado por denegar ayuda a un náufrago; ya no hablemos de si el Arca tenía los “papeles” en regla con el correspondiente permiso de la Capitanía de Puerto para hacerse a la mar, medios de rescate, etc.
También quiero especialmente saludar desde aquí a Mateo y Esperanza, que veo que andan como motos en su actividad literaria; a partir de ahora, espero estar mas regularmente por sus blogs respectivos, a los cuales con su permiso me permito recomendar.
