Hola de nuevo, mis queridos
lectores de mi abandonado blog; esta semana lo he recuperado del olvido y de
paso, he vuelto a releer algún post de hace algunos años, que me ha hecho
revivir buenos momentos y otros no tan buenos; lo cierto es que estamos aquí y
se hace cierto el dicho gallego de que: “nunca choveu que non escampara”, que
más o menos viene a decir que, por muy mal que nos vayan las cosas, en el
futuro mejorarán, que expresado más en plan religioso, vendría a decir que:
“Dios aprieta, pero no ahoga”.
Dicho esto,
me atrevería a comentar un aspecto, que afecta a cientos de miles de sufridos
conciudadanos, que confiando en la “sabiduría popular” anteriormente comentada;
han tenido la valentía de convertirse en “trabajadores autónomos”.
Cuando
llevo más de trescientos días, escuchando a nuestros queridos políticos, hablando de si tú me gustas, que no me gustas, que si nos reunimos,
que si pactamos, que si izquierdas que si derechas, etc. y lo que nos queda… no
puedo evitar pensar en estos valientes, que día tras día abren las puertas de
sus negocios, para en muchos casos, dedicarse a hacer crucigramas mientras
algún ciudadano decide darle movimiento a su cartera, a pesar de la inseguridad
económica que genera esta situación de provisionalidad.
Sin entrar
a valorar los privilegios sociales y personales, de los que es poseedor un
político de alto nivel (salario, dietas, complementos, pensión, etc.), mi
admiración se dirige hacia aquellos emprendedores, que ante la ausencia de otro
tipo de oportunidades, se embarcan con lo puesto, en la aventura de confiar en
sí mismos y dar un paso al frente.
Recordaréis
el viejo dicho “Spain is different”; pues hasta en este tema lo es; aquí un
autónomo paga hasta por respirar, mientras que en la mayoría de los países europeos
de nuestro entorno y en USA, pagas en función de los beneficios que obtengas,
con una serie de matices como la obligatoriedad de tener un seguro médico en
USA o Alemania; Reino Unido una cuota fija de 50 euros de media sin declaración
trimestral IVA y al final del ejercicio pagas en función de las ganancias.
Creo
sinceramente, que los responsables de legislar, deberían de preocuparse algo
más de un colectivo que supera ya los 3.200.000 trabajadores y que en
definitiva son los que bajan las cifras del paro, para intentar recuperar un País
que no se merece estar en esta situación de desgobierno que está, por las
ambiciones e intereses personales y de partidos. A veces da la impresión de que
España no es de nadie.